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07 octubre 2011

Tenochtitlán y Teotihuacán II

Tenochtitlán, Ciudad de México DF. Una ciudad inmensa, inabarcable para mí, que da ganas de más, que te deja pasmada con su riqueza y 
su diversidad.

Teotihuacán, la ciudad de los dioses, con sus misterios, sus soberbias pirámides y sus infinitos vendedores!

Contrastes... 

¿Qué significó este viaje para mí?
Fue un DESPERTAR. Uno de tantos, pero uno grosso. El despertar del "sí puedo", de la imaginación, de la resolución, de la visión de las infinitas posibilidades como cosas tangibles y reales.

Sí puedo viajar y conocer lugares y gente y aprender y manejarme... y en casa no se cae el mundo.
La imaginación se me despertó al pensar que este es el primero de muchos viajes más...
y la resolución, la decisión de ir al encuentro de Praga en 2013, con mi familia.
Las infinitas posibilidades que pude ver:
* en investigación en educación en ciencias
* en el conocimiento de otras culturas y costumbres, algunas tan distintas a las mías
* en las oportunidades a nivel mundial en las guías, que pueden fluir en proyectos locales
* en la posibilidad que SOY, como generadora de proyectos, convenios, negocios, empresas...
En definitiva, que cuando llegué, super flasheada, me tuve que sumergir en la vorágine de la vida universitaria, ya que arrancaba el cuatrimestre... y sigo en ese tren, porque al día de hoy ya estoy incluida en dos proyectos de extensión para el 2012 (en uno de ellos están inlcuídas las guías), presenté otro para pedido de un subsidio de equipamiento, y lo más importante de todo: ¡Estoy CREANDO Jane Poppins! Con vistas a certificar como coach ontológico, pero, sobre todo, a EMPRENDER un proyecto propio.

Y revalorizar y resignificar aquello que estaba perdiendo (mis micronutrientes, diría un amigo), mi plataforma para pegar este salto. Que no es poco.

Aunque parezca contradictorio: Enraizar para luego poder volar.




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